No era la primera vez que escuchaba ese aforismo que sobrevuela como si de una cigüeña más se tratase, las callejuelas de la antigua Gracurris: “En Alfaro hay dos de todo: dos equipos de fútbol, dos asociaciones taurinas...”, pero en la noche de ayer, nuestros amigos del Toril, consiguieron darle esquinazo al tópico y aunando a toda la afición, nos obsequiaron no con dos, sino con las tres pasiones que forman esa Santísima Trinidad que Pablo García Mancha está presentando con tanto éxito y con tanta “majeza” diría yo, en los foros a los que es llamado. Pero es que después del evento, quienes tuvimos la fortuna de quedarnos a cenar, vivimos otra suerte de Trinidad, no escrita, que seguro seguro, dará envidia a los aficionados que disfrutan charlando de toros: Digamos que el padre místico fue Carlos Abella, el ahora director gerente del centro de asuntos taurinos de la Comunidad de Madrid, además de escritor y amante-erudito de la cultura taurina, nos contó un montón de historias, nos adelantó sus proyectos culturales para la plaza de Toros de las Ventas, y nos dejó pinceladas de esas bambalinas cuasicircenses que adornan la trastienda del coso más importante del mundo. Como hombre inteligente que es, sabe que vale más por lo que calla que por lo que cuenta y por supuesto, nadie osó intentar “tirarle” de la lengua porque el esfuerzo hubiera sido baldío. El hijo fue reencarnado por Pablo, quien por una vez en su vida, y sin que sirva de precedente, no fue el que más habló en la sobremesa y no lo hizo porque me consta, que como hombre inteligente que también es, sabe que escuchar de quien puedes aprender, es todo un privilegio. Sólo diré una cosa más de él: tiene amigos (parece una tontería pero no lo es, pensad en ello). El Espíritu Santo, llegó tras la presentación del libro. Venía desde Madrid, cansado e imagino que con ganas de estar con su mujer y su hija, pero Diego Urdiales, el maestro Diego Urdiales, también es de los que sabe tener amigos, y allí acudió y como siempre, al Grupo Mancha le dieron las tantas hablando de encastes, de Morantes, de Tomases, de México, de los Chopera, de El Cid, de Madrid, del maestro Rincón, de Sevilla, e incluso de Fran Rivera..., qué cosas, verdad?.
o Publicado en el blog El Monosabio
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